Álbum familiar

Se movía en su cocina como si cronometrara el tiempo,
se escuchaba además de su auto reproche el burbujear del agua.
Por momentos recogía algo de ropa y lavaba trastos sucios,
como si ordenar ese cuartucho sirviera para ocultar
el peste que emitía su vida,
volvía a su cocina y continuaba con su sermón.

Yo, la observé con sigilo y la tomé despistada,
paré su acelerado movimiento con mi brazo en su cuello,
tiré sus dientes falsos y la obligué a mirarse en el espejo,
quería que se sintiera repulsiva, nula de atractivo alguno.

La lleve a su cama, la acaricie y le di un poco de atención.
Puse mis rodillas sobre su pecho y sujeté sus manos,
la veía ahogarse mientras intentaba gritar.
Volví al piso y tomó algo de aire.
Es que ella todavía creía que respirar era sinónimo de vida.

Le di un abrazo sugiriendo que bromeaba.

Este fue mi más elevado acto de amor.
Ahora ella sabe que es el dolor sin sentido,
ahora ella sabe lo que es el abandono.

Tiré su asquerosa comida y no volví.

Álbum familiar

Se movía en su cocina, como si cronometrara el tiempo,
se escuchaba además de su auto reproche, el burbujear del agua.
Por momentos recogía algo de ropa y lavaba trastos sucios
como si ordenar ese cuartucho sirviera para ocultar
el peste que emitía su vida,
volvía a su cocina y continuaba con su sermón.

Yo, la observé con sigilo y la tomé despistada,
paré su acelerado movimiento con mi brazo en su cuello,
tiré sus dientes falsos y la obligué a mirarse en el espejo,
quería que se sintiera repulsiva, nula de atractivo alguno.

La lleve a su cama, la acaricie y le di un poco de atención.
Puse mis rodillas sobre su pecho y sujeté sus manos,
la veía ahogarse mientras intentaba gritar.
Volví al piso y tomó algo de aire.
Es que ella todavía creía que respirar era sinónimo de vida.

Le di un abrazo sugiriendo que bromeaba.

Este fue mi más elevado acto de amor.
Ahora ella sabe que es el dolor sin sentido,
ahora ella sabe lo que es el abandono.

Tiré su asquerosa comida y no volví.